Desde que el equipo que dirige Jordi Castán se ha hecho con la histórica Casa Amalia 1950, este restaurante se ha aupado a los primeros lugares de la lista de locales que, en Barcelona, atesora matices de sostenibilidad, vistos y no vistos.
De estos últimos ya se dio cumplida cuenta en el Boletín noviembre 2020
Ahora, queremos destacar su logro de que la mayor parte de los platos de su atractiva carta, son elaborados con ingredientes de los “paradistas” del Mercat de la Concepció. Y, es más, en la propia carta reseña la ubicación de cada puesto que le sirve, con lo cual, el comensal puede acercarse a él y adquirir aquella materia prima que ha degustado.
Se cumple así un viejo deseo de la política municipal, de que los restaurantes de barrio se sirvan de productos de proximidad, estacionales y si es posible de origen orgánico, que atesora la poderosa red de Mercats de la Ciudad de Barcelona.
En cuanto a matices medio ambientales y de política de RRHH son numerosos los que hacen de Casa Amalia un referente de sostenibilidad. Incluso a nivel de principios de economía circular, destaca su cumplimiento de practicar una política de suministros, procedente de la agricultura regenerativa.