Baleares estrenó el 20 de marzo, la entrada en vigor de la prohibición de los plásticos desechables en el archipiélago, para lo cual 50 inspectores de la dirección general de Residuos del Govern balear han sido formados expresamente en esta materia, para garantizar el correcto cumplimiento de esta normativa.
La Conselleria de Medio Ambiente y Territorio ha informado este sábado de que la venta, la distribución y el uso de productos desechables está prohibida, tras aplazarse su aplicación a raíz del primer estado de alarma en Baleares por la crisis sanitaria de la COVID-19.
En concreto, este sábado entran en vigor en su totalidad los artículos 23, 24 y 25, que regulan aspectos relacionados con productos como platos, cubiertos, vasos, tazas y bandejas alimentarias desechables hechos de plástico, así como las anillas de plástico de paquetes de bebidas.
Este mismo criterio se aplica para todas aquellas medidas que se tenían que aplicar por parte de los ayuntamientos de las islas desde el 22 de febrero de 2021 y que, finalmente, entrarán en vigor el 11 de mayo.
La regulación del uso de algunos artículos monodosis seguirá los criterios sanitarios establecidos hasta que finalice el actual estado de alarma.
Modelo "más sostenible" e "igualitario"
El conseller balear de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, ha asegurado que la entrada en vigor de los artículos más emblemáticos de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados "pone las bases porque, juntos, avanzamos hacia un nuevo modelo más sostenible y más igualitario, donde los plásticos desechables sean cosa del pasado".
Mir ha remarcado también que "somos pioneros en el Estado y en Europa en el cambio en la gestión de residuos, un cambio de mentalidad y de vida que se tiene que hacer desde todos los sectores sociales, adaptándose a la normativa".
El conseller ha querido dejar claro que la entrada en vigor de estos artículos de la ley no tiene un "afán coercitivo ni recaudatorio, pero ha subrayado que el cumplimiento de todas las normativas es "inapelable".
La dirección general de Residuos y Educación Ambiental ha formado en las últimas semanas a una cincuentena de inspectores de las direcciones generales de Consumo, Comercio y Turismo para que puedan hacer el seguimiento del cumplimiento de esta nueva normativa.
Los distribuidores piden más tiempo
Los distribuidores se quejan ahora de un stock de plástico sin salida. La ley balear también prohíbe los plásticos que agrupan productos individuales. Y mucha alimentación, por ejemplo, llega a empaquetada por productores de fuera.
Mientras los sectores afectados reclaman una ley nacional que unifique criterios, el Gobierno balear defiende los cambios para conservar un entorno natural cada vez más amenazado.