El uso de mascarillas y una renovación regular y constante del aire en el interior son clave para evitar la transmisión de partículas infecciosas
El estudio “La importancia de una buena ventilación (antes, durante y después de una pandemia global)” elaborado por Soler & Palau, constata que con los caudales de renovación del aire interior exigidos por el Rite (Reglamento para Instalaciones Térmicas en Edificios) y proporcionados por la ventilación mecánica, se logra reducir hasta más de tres de veces el riesgo de infección por SARS-CoV-2 a través de aerosoles respecto a la ventilación natural en interiores de espacios como restaurantes y bares.
“El objetivo de este análisis, que nuestro equipo de ingenieros ha elaborado de forma rigurosa y objetiva, es concienciar a todos los usuarios y administraciones públicas de la importancia de una correcta ventilación, y validar si el marco normativo vigente es suficiente para reducir hasta niveles aceptables las posibilidades de contagio por aerosoles”, explica Albert Bach-Esteve, director técnico de Soler & Palau.
Los resultados confirman la importancia de una ventilación adecuada y refuerzan los argumentos a favor del uso de sistemas de ventilación mecánica, que permiten obtener caudales de renovación más elevados y, sobre todo, mejor controlados que la ventilación natural, lo que se traduce en una menor probabilidad de infección. Así mismo, también se evita la entrada de ruido y contaminantes del exterior, y se potencia el ahorro energético.
El estudio se centra en comparar ambos tipos de ventilación (mecánica y natural) únicamente en cuanto a su eficacia para reducir la probabilidad de infección por aerosoles, mediante el modelo de análisis de riesgo de contagio por estas partículas en espacios interiores como restaurantes y bares.