A finales de febrero de cada año, Davos es la sede del World Economic Forum, que suele ser caja de resonancia de declaraciones políticas y económicas. En esta ocasión, se ha tratado de la importancia que para los logros de sostenibilidad y de la economía circular, en la alimentación, supone el futuro papel que deberían cumplir las ciudades, adquiriendo tres compromisos:
- Reordenar los cultivos periurbanos, partiendo de criterios regenerativos entendidos como adecuando diversidad de cultivos a rendimiento de tierras enriquecidas con abono natural.
- Aprovechar al máximo los alimentos que se reciban y consuman, sean de fuera o de la periferia, gestionando mermas o convirtiendo el residuo en recurso.
- Diseñar nuevos productos que no sólo cumplan criterios saludables, sino también sostenibles, en el seno de la economía circular.
El estudio proclama que la ciudad logre que sus integrantes pasen de consumidores pasivos a catalizadores activos del cambio, hacia estrategias alimentarias que comulguen con la economía circular y la sostenibilidad.
Los tres compromisos citados nos ha de llevar hacia atractivos retos tales como:
- Dotar a las ciudades con parques agrarios que cultiven lo que se ha de consumir, bajo criterios de respeto a las tierras sembradas, complementadas con cultivos de tipo regenerativo tales como los relacionados con la hidroponía, acuaponía, huertos verticales…
- Sacar el máximo aprovechamiento de los alimentos que lleguen a las ciudades para su consumo, redistribuyendo lo que sobre, convirtiéndolo en nuevos productos o materias primas, fertilizantes orgánicos, medicamentos o bionergía.
- Diseñar nuevos productos capaces de cumplir con requisitos regenerativos tales como su conversión en compost, biogas… pero también carente de aditivos que condicionen, cuando lleguen a las tierras de cultivo, su rendimiento y riqueza propia.
De lo dicho, se encuentra más detalle y puntual información en el estudio presentado en Davos bajo el nombre “Circular Economy in Cities” que ya se está digiriendo entre la profesión, analizando su repercusión para los restaurantes, tal como ya se empezó a hacer en Noviembre pasado- con los dossiers previos- en el seno del I SImposium de Economía Circular, en cita promovida por el Ajuntament de Barcelona y organizada por Restaurantes Sostenibles, y que continuará en este año, en su II Simposium en el próximo otoño, para tratar temas ligados a los cultivos-antiguos y nuevos- en los campos periurbanos, hacer un compost como Dios manda o servir proteína vegetal en vajillas reciclables… Porque, como dice el chef del restaurante Loop : “hay que servir buenos menús, ganar dinero y… ser circular”.