El equipo culinario de los Estados Unidos, mejor dicho, de Thomas Keller, ha subido al pódium más alto, el pasado del 25 de enero, en el Bocuse d'Or de Lyon, por delante de Noruega e Islandia. Y ha sido gracias al chef del restaurante de tres estrellas Per Se en Nueva York (propiedad de Keller).
Mathew Peters, de 33 años, ganó el prestigioso trofeo y un cheque de 20.000 euros, por delante del noruego Christopher Davidsen y del islandés Viktor Andrésson bajo la atenta mirada de los 24 miembros del jurado, presidido por el chef Joel Robuchon, y a los que conquistó por su genuina interpretación de la receta a elaborar sobre "pollo de Bresse con crustáceos (un mar y montaña que triunfó en la edición de 1987) y su plato de verduras, diseñado después de examinar las posibles 146 variedades de frutas, verduras, legumbres, granos, cereales …que se podían usar para confeccionarlo.
Esta es la segunda vez que los EE.UU. ganan el concurso organizado cada dos años desde su creación, en 1987, por el "Papa de la gastronomía" Paul Bocuse. En 2015, los EE.UU. terminaron en segundo lugar, gracias a chef Felipe Tessier (The French Laundry, también del grupo Keller)
Destáquese que por vez primera el pescado ha quedado fuera de las bases del concurso y que la preferencia u homenaje a los platos vegetales, marca una nueva tendencia para los restaurantes gastronómicos, a partir de ahora.
Prueba de ello es el premio especial “plato vegetal” otorgado a Laurent Lemam chef del restaurante La Cooperative de Bélesta, se componía de puré de apio blanco, mil hojas de apio y trufa, apio confitado con trufa, gelatina de apio verde, puerros ahumados con madera de manzano y quinoa, usando como materia grasa la crema de almendras.