El diseño de esta inédita figura procede de Gastropología y de la aplicación metodológica de la disciplina al propio marco profesional cuanto a gestión del talento, en respuesta a cambios forzosos y a la demanda de figuras capacitadas para practicar una gestión sostenible. El Basque Culinary Center con sus alumnos de vanguardia han ayudado a testar el desempeño laboral en las distintas áreas implicadas en el desarrollo de la actividad del restaurante.
“Era un perfil necesario. La responsabilidad es cada vez mayor”, explica Juan Diego Sandoval del Restaurante Coque en Buena Vida de El País del cual facilitamos algunos extractos.
Elena Cerezo es quien ocupa este puesto tras finalizar en septiembre 2020 su Grado en el Basque Culinary Center con un trabajo en torno a la figura del Gestor de Sostenibilidad en el restaurante Coque, bajo la dirección de Sergio Gil.
Enumera sus tareas: mejorar las acciones que realiza el restaurante en todos los ámbitos, no solo en implementar el reciclaje y generar menos desperdicio, sino también incidiendo mucho en la sostenibilidad social, el bienestar del equipo. En definitiva, hacerlo crecer desde una sostenibilidad integral.
En este proceso no pueden ir por libre: si solo el 10% de los restaurantes fueran sostenibles, no serviría de mucho. De ahiÌ la importancia de la asociacioÌn de restaurantes sostenibles que preside Diego Sandoval: ”A cualquiera que quiera montar un restaurante le damos un asesoramiento sin coste, le informamos de todos los pasos a seguir. Mandamos profesionales, les damos viÌas para que lo consigan…”.
“Coquetto nacioÌ marcado por todas las connotaciones del aÌrea sostenible; agua filtrada, microfiltrada, domoÌticas, maquinarias de baja energiÌa, unidades de bajo consumo…”. Antes pagaban 2.800 euros de energiÌa al mes; ahora, 800. “La gente cree que ser sostenible es caro, y no es asiÌ. A la larga, resulta supereconoÌmico. La maquinaria tiene un precio alto, pero en un año la tienes amortizada. Hay mucha vida despueÌs. Al principio has de pasar por unos traÌmites que hacen que vaciles, pero en realidad no hay nada que pensar. Por eso queremos ayudar a la gente”. Coque nacioÌ antes y le han ido añadiendo las mejoras de Coquetto y algunas maÌs. “En la huerta de El Escorial, tambieÌn con ganaderiÌa, vamos a crear una maÌquina de compostaje, para aprovechar todo lo orgaÌnico que pueda reutilizarse. Queremos cerrar una economiÌa circular bastante potente”.
La barra de su cafeteriÌa estaÌ fabricada con tableros de trenes antiguos; los materiales de los sillones son reciclados… Y los productos, de cercaniÌa. “Siempre que se puede. La responsabilidad es ofrecer un porcentaje alto de productos locales”, explica Sandoval. El pescado y demaÌs delicias del mar son una parte esencial de nuestra gastronomiÌa (y salud), y si nos ciñieÌramos al kiloÌmetro 0 (en las cocinas profesionales y amateurs), en Madrid no probariÌamos el azul, ni el marisco. SolucioÌn: compensarlo. Los que servimos aquiÌ vienen de un barco sostenible”. Se enorgullecen de basar su carta en la cocina de interior, “con materia prima madrileña, pero en un restaurante debe haber pescado, y no hay otra manera de conseguirlo”.