Recogiendo el guante que la organización de las Ciudades del Pacto de Milán le lanzó en octubre pasado, conforme Barcelona aceptara ser capital mundial de la alimentación sostenible, su Ajuntament a través del Plan Estratègic Metropolità, está tomando contacto con instituciones vinculadas a la alimentación, para tejer un programa de actividades que refrende dicha titularidad.
Entre las organizaciones convocadas, figura la red de Asociaciones de Restaurantes Sostenibles y en particular Barcelona Restaurants Sostenibles, que está dispuesta a colaborar estrechamente junto con otras asociaciones privadas y públicas en preparar a los restaurantes, para que su oferta culinaria, cumpla con un mínimo de requisitos en materia de alimentación sostenible.
Además, celebrará su Congreso Internacional de Economía Circular y Restaurantes, tras los simposiums desarrollados en 2018 y 2019.
Es evidente que los productos de proximidad, la estacionalidad de algunos de ellos o la certificación de otros, deberán aportar valor a una carta que respire equilibrio nutricional en el dibujo de la misma, por medio de los platos que ofrezcan a su ciudadanía y a la importante afluencia de turistas que recibe la ciudad, y la constancia de que, una mayor parte sus restaurantes serán, de una vez por todas, el fiel reflejo de una hostelería donde los valores culinarios que se erigen en ,a su vez, patrimonio de aquellas ciudades que, en el mundo, saben de sus obligaciones para sus integrantes y, entre ellas, la de que una correcta alimentación es fundamental.