En las últimas semanas los medios de comunicación se están haciendo eco de una muy correcta e intensa campaña de comunicación para la sensibilización ciudadana, en torno a los residuos y, por otra parte, al despilfarro alimentario.
En Catalunya cada individuo genera 1,3 kg de residuos al día en su municipio. Del total recogido el 37,2% es materia orgánica. El objetivo de toda la comunicación es persuadir al ciudadano de que, se ha de reducir el residuo y el inevitable, entender que ha convertirse en un recurso, de modo que a largo plazo contribuya al desarrollo de la economía circular y por consiguiente a la baja en emisiones de carbono, tal como reza el PRECAT 20 promovido por la Agencia de Residuos de Catalunya, mientras que otro proyecto el PINFRECAT20 trata de una óptima ubicación de las instalaciones de gestión de residuos donde el compost, algo en lo que ya debería estar pensando la hostelería, se pueda tratar y convertir en recurso energético.