Este restaurante considerado como el mejor del mundo por la World´s Best Restaurants ha trabajado arduamente para obtener la Plastic Free Certification, siendo el primero en el mundo que lo consigue (enero 2020).
Con un ticket medio de 300€ por comensal, su chef y propietario Mauro Colagreco ha declarado que han dejado de usar todo material de plástico que no se basara en el PLA entregándose al inoxidable. En el local poseen dos compostadoras para el residuo orgánico y ahora tratan de mantener su nivel con cinco horas de formación a la semana para el personal.