La sostenibilidad en el entorno empresarial es mucho más que la protección del medio ambiente; una empresa es sostenible cuando genera valor económico, medioambiental y social, teniendo en cuenta la rentabilidad de sus actividades productivas y el impacto social de las mismas.
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¿Cómo puede mejorar mi empresa?
¿Cómo se gestionan los residuos?
¿Qué impacto tiene en la comunidad?
¿Tu plantilla cuenta con personas en riesgo de exclusión social?
¿Cuánta agua y energía consume? -
Establece los valores y propósitos de tu negocio junto a tu equipo. Define las preguntas:
¿Quién?, ¿Qué?, ¿Cuándo?, ¿Dónde? y ¿Por qué? -
Una vez tengas definida la misión, elabora tu estrategia de negocio sostenible. ¡Recuerda tener también en cuenta la rentabilidad!
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Lleva un registro periódico de los resultados para cuantificar tu progreso.
Algunos consejos prácticos:
- Calcula la huella de carbono de tu empresa e implanta medidas para compensarla.
- Detecta los puntos para gestionar mejor tus recursos, aumentar tu eficiencia y reducir el gasto energético ¡También optimizarás los costes!
- Implica a tus clientes; hazles ver la importancia de reducir su impacto medioambiental. Según estudios realizados, los clientes valoran positivamente la implicación de las empresas en iniciativas sociales y medioambientales.
- Colabora con proyectos locales para la protección del planeta. Generarás valor en tu comunidad.