¿Cómo hacer llegar el reparto de mercancías hasta los domicilios de una forma segura y eficiente? informa José M. Pan en La Voz, que ese es el gran reto que tienen sobre la mesa la Dirección General de Tráfico y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en el proyecto de nuevas ciudades que se ha puesto en marcha con la limitación a 30 kilómetros por hora en la gran mayoría de las calles. «Lo del límite de 30 no es una medida aislada. Hay todo un modelo detrás». El director general de Tráfico, Pere Navarro, reveló ayer que la limitación de la velocidad en las calles es solo el principio de una gran transformación urbana, tanto desde el punto de la seguridad vial como desde una nueva forma de convivencia.
Y ese gran cambio tiene que dar cabida a lo que se conoce como la última milla. O lo que es lo mismo, el momento de la entrega de la mercancía en el domicilio, en especial ante el auge imparable del comercio electrónico. «Tenemos que ofrecer soluciones a la carga y descarga», cree Pere Navarro, consciente de que la reordenación de los cascos urbanos implicará un aumento de las zonas peatonales.
La preocupación por la eficiencia del transporte a domicilio se abordó en una jornada sobre el nuevo modelo de ciudad tras la implantación del límite 30, en la que se puso de manifiesto que la distribución de las mercancías es el gran reto de las ciudades. Jaime Moreno, director general de Transporte Terrestre, cree que «la carga y descarga es fundamental y eso exige repensar toda la ciudad». En esa misma tesis se expresó Alfonso Gil, teniente de alcalde de Bilbao y presidente de la Comisión de Movilidad Sostenible y Seguridad Vial de la FEMP. Alertó del problema que se avecina con el aumento del reparto urbano de mercancías, y dijo que es necesario tomar medidas para que no acabe colapsando las ciudades. «Tenemos que trabajar entre todos para que nadie renuncie a tener la botella de leche debajo de casa y que a la vez haya menos reparto. Si no lo hacemos eficiente y eficaz en tasas de humos, de ruidos y de víctimas, ese transporte será insufrible e inasumible», auguró Gil.
La limitación de velocidad afecta al 70 % de las calles de las ciudades españolas. Lo explicó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que abrió la jornada recordando que el riesgo de que un peatón muera en un atropello es hasta cinco veces menor si el coche circula a 30 en vez de a 50 kilómetros por hora. Para el ministro, esa es una razón suficiente para apoyar la reducción de la velocidad, pero más allá de la seguridad vial, destacó que la limitación a 30 generará unas ciudades «más calmadas, más saludables y más sostenibles, con calles para vivir».