Los dirigentes de este grupo de restaurantes, que con los dos abiertos este año, ya suman cinco en la ciudad de Barcelona, han tenido muy claro que la sostenibilidad va más allá del plato que se sirve.
Arrancaron con el Kiosko para abrir después Little Bacoa, que ganó el premio al mejor bocadillo 2010 por parte de la revista Time Out gracias al chef Brad Ainsworth.
La buena marcha de los dos locales propició abrir ya en plena Plaza de Catalunya (Ronda de Universidad) un local de 250m2 con aires de sostenibilidad y protagonismo del comensal: primero se hace la order form a través de una hojita en donde el cliente marca lo que va a ser su pedido, el cual entrega en la barra y procede a sentarse para esperar hasta que se llamado a recoger su plato junto , con el que se ofrece una sofisticada cartulina que doblada -según se aconseja- sirve para comer la burger con las manos sin mancharse. El ticket medio se sitúa en 10 euros.
En las mesas hay otra original innovación: las sillas han sido diseñadas especialmente para que debajo del asiento pueda alojarse una caja de las que recién con las frutas y vegetales desde el mercado de frescos, y que sirve para depositar el bolso las féminas o el PC los caballeros, por ejemplo, garantizando seguridad anti robo.
Finalmente otro detalle de la sostenibilidad es, no sólo el uso de vajillas desechables biodegradables, sino que el restaurante invita al cliente a que deposite sus sobras en contenedores de colores, en función de si el residuo es orgánico, plástico, cartón etc. A la salida del establecimiento
Durante este año el negocio sigue creciendo y Bacoa ha abierto dos nuevos locales con similares características: en el marinero barrio de la Barceloneta y en el turístico Raval (downtown).