Jeff Bezos es el gran maestro de la logística y el genial creado del método de trabajo pizzax2; ha logrado cumplir con su obsesión como fundador de Amazon: llevar al consumidor el producto que quiera, cuando quiera y donde quiera. Le faltaba una pieza, que acaba de conseguir, tras hacerse con las 440 tiendas de la cadena de supermercados Whole Foods por 13.700 millones de dólares.
Amazon lleva una década tratando de entrar en el negocio de la venta de alimentos frescos y refrigerados. Con Whole Foods, a Amazon se le permite colocarse como la quinta mayor compañía del segmento y se hace con toda su infraestructura para la distribución en las grandes ciudades. Además, Whole Foods opera tiendas en Canadá y Reino Unido.
La implantación del servicio AmazonFresh estaba yendo más lenta de lo esperado. Para acelerar el paso incorporaron en marzo la opción click-and-collect. El consumidor puede tener lista la cesta de la compra en 15 minutos y pasar a recogerla a la hora que le convenga.
Pero era necesario tener puntos físicos de distribución bien localizados para poder realizar el envío de alimentos de una manera eficiente. Whole Foods le da, por tanto, la escala para que el servicio AmazonFresh Pickup crezca muy rápido. La maniobra va a mejorar en paralelo la selección de productos disponibles, reforzar su marca blanca y le da poder para negociar precios.
Bezos es, además, conocido por su capacidad de anticipar lo que quiere el consumidor. La ingente base de datos que maneja Amazon le permite anticipar tendencias y redefinir así todo un negocio, como hizo primero con los libros. Whole Foods tiene también esa ventaja de conocer muy bien lo que quiere su cliente. Eso les permite arrastrar a sus adeptos y captar nuevos afiliados.
El acuerdo con Amazon, de hecho, tiene sentido también para Whole Foods, que durante los últimos dos años estaba viendo como los competidores trataban de arrebatarle mercado de los productos orgánicos y saludables buscando mayores retornos.
La gran pregunta es si influirá en el negocio del supermercado como hizo en otros segmentos del retail. El movimiento, de hecho, reverberó en las cadenas de farmacias, porque puede utilizar Whole Foods para vender mucho más que tomates orgánicos.